Las semanas de trabajo se hacen duras en Nueva Zelanda, un poco por lo rutinarias, otro poco porque las labores en sí no son motivadoras. Pensando así, tomarse unos dias de descanso para recorrer los hermosos paisajes que nos regala la isla resulta muy saludable. Y cuando digo hermosos paisajes me quedo corto. Las vistas imponentes abundan desde el primer minuto en que salimos de la llanura hasta que llegamos al pie de las montañas, ese es el gran secreto de Nueva Zelanda: todo se encuentra cerca. Todo es lindo.


En este caso el viaje se dió sin planearlo, como manda el manual del viajero working holiday (Regla numero 1: NO PLANEAR). El destino del viaje fue la region norte de la isla Sur y el metodo elegido fue el denominado "Road Trip", que sería un viaje sobre ruedas o dicho en criollo "agarro el auto, la carpa y duermo donde puedo".

Para seguir endulzandole la oreja a este pequeño país, una de las mejores cosas que tiene NZ es la infraestructura en cuanto a Campings y a lugares permitidos para pasar la noche, entonces teniéndo la posibilidad y las ganas...no quedan más excusas que hacerlo.

Ah, vale una aclaración, lo único que debemos tener en cuenta al salir en plan "Road Trip" es que hay que respetar donde no esté permitido el acampe porque de lo contrario tendremos una linda multa de regalo (y como ya sabemos, las multas acá son caras).

Bien, a viajar se ha dicho. El punto de partida fue la Ciudad de Christchurch, donde vivo desde hace unos meses, y el destino del primer día: Kaikoura



Si hay una cosa que caracteriza a la region de Canterbury es la llanura costera y sus verdes pastizales dedicados a la producción ovina. Con eso nos fuimos encontrando a lo largo de todo el trayecto, colinas verdes y muchas ovejas.



En solo tres horas llegamos al primer destino del viaje e hicimos un recorrido por la península del lugar.

Para mi sorpresa, además de las clásicas gaviotas de mar nos encontramos con otros animales. En época de invierno y hasta mediados de la primavera se pueden ver por esta zona a un grupo numeroso de lobos marinos que vienen a instalarse en aguas más cálidas.

Nada más cómodo que la madera para descansar

Me da sueño de solo verlo

Al terminar el track una persona del pueblo nos dió un aventón sin haberlo pedido, con el que quedamos super agradecidos ya que aún nos quedaba 40 minutos de caminata (y estabamos muertos!). Después de ello nos sentamos a descansar en una cantina estilo irlandés, muy tradicional en cada pueblo de Nueva Zelanda.

Luego de tomar la primer cerveza del viaje (vendrían muchas más a lo largo de los 7 días), me reencuentro con uno de los chicos con los que había trabajado en la isla norte, sumandose a la lista de reencuentros que venía teniendo desde hacía unas semanas, de más está decir que mientras más larga sea la lista más motivacion encuentro para seguir viajando.

Pasó la cerveza, pasó el día y se nos vino la noche. llegamos con la ultima luz del día a uno de los lugares gratuitos permitidos para acampar, basados en una aplicacion llamada "campermate" (bastante útil si están por estos lados del globo), prendimos una pequeña fogata con las pocas ramas secas que habían en el lugar y nos metimos a las carpas a probar todo el equipo de campamento. A pesar que la temperatura era bastante baja, la bolsa de dormir se "bancó" el frío y le ganó la pulseada. Primera noche superada!

Dia 2
Amaneció y el sol nos hizo un guiño:



Desayunamos y nos fuimos con dirección a Picton, el pequeño pueblo "entrada" a la isla sur pero antes pasamos por las cascadas Ohau Stream donde unos tiernos lobos marinos bebés se encontraban jugando entre ellos.



Llegamos a Picton

Los barcos para pasar de la isla norte a la sur

Pasamos toda la tarde admirando la vista imponente de la bahía y el puerto pero como todo concluye al fin, nos fuimos a buscar nuestro lugar de acampe, esta vez un lugar llamado Bahia Australiana o "Aussie Bay" en el cual tuvimos que dejar $6 dólares por persona.


Dia 3
Llegamos a una de las ciudades que más me habían nombrado: Nelson. ¿Por qué estaba ansioso por conocerla? Sencillamente porque tiene playas lindas, gente con muy buena onda y además está en la zona más soleada de todo el país. Cuando estabamos por el lugar nos enteramos de una particularidad de este ultimo dato: para determinar cuál es la ciudad más soleada hacen un "concurso" y Nelson habría hecho trampa en una ocasión. Aún así la edición 2015 se quedó en Marlborough ya que fue ganada por el pueblo vecino: Blenheim.

Otra particularidad geografica de Nelson:


En esta ciudad hubo momento de más reencuentros, esta vez con mi ex compañero de cuarto con el cual nos habiamos despedido días atras y con "Chapa" otro loco viajero con el que hicimos el extremo Norte de la isla Norte. Aprovechamos y conocimos juntos una mini-ciudad ambientada en los inicios de Nelson.



Para hospedarnos esta vez elegimos un lujoso "Holiday park". Éstos son los camping de alto nivel por decirlo de alguna manera, suelen ser los más caros y lo que más servicios ofrecen. Como ibamos a pasar un día mas en Nelson no convenia alejarse demasiado, por lo que optamos por este lugar.

Con mi compañera de viajes chilena coincidimos en que tener una ducha caliente de nuevo fue lo mejor del día, la deseabamos horrores aunque recien era el tercer día. Es esa falta de costumbre mochilera en la que el correr de los días pone las cosas en su lugar.

La parada siguiente fue una playa llamada Kaiteriteri. almorzamos, tomamos un poco de sol, una siesta y a seguir viaje.

En este momento del viaje empezamos a sufrir la presencia de unas mosquitas denominadas "sandflies" y se convertirían en la tortura del viaje. Si están por viajar a esta zona no se olviden el repelente!

Otra vez nos agarró la noche al momento de acampar pero esta vez fue en uno de los mejores lugares de la isla Sur: Abel Tasman National Park, Sin tener muy en claro los planes para el día siguiente, dejamos todo en manos del conductor designado que optó por el kayaking.

Para ser sincero la idea de gastar $70 dólares de alquiler no me atraía demasiado pero a su vez era una actividad que nunca había realizado ( en Lavidadeviaje.com se ve muy atractivo) y le podía agregar un matiz muy diferente al parque nacional. Optamos entonces por el sí y diagramamos el recorrido:








Luego de una breve (y necesaria) instrucción, nos metimos en las frías aguas del mar. Sin dudas desde un principio la percepción  es muy distinta a la del trekking, la visión de la costa es mucho más limpia y el agregado de llegar a una isla casi desierta por nuestros propios medios lo hace especial.

Así fue que llegamos a "Isla Santuario" o Adele Island y descansamos un rato allí.

Esta pequeña isla tiene la singularidad de estar libre de pestes ya que fueron erradicadas hace unos años, una gran tarea de los biólogos y del Departamento de Conservación (DOC).




Luego del descanso retomamos rumbo a Obervation Beach, una playa solo accesible desde el mar.




Como se pude ver en la foto, se puede acampar en el lugar y hay agua potable, detalle no menor si queremos hacer los 66 Kilometros de todo el "Great Walk" del Abel Tasman que se recorren en aproximadamente 5 días.




Algunas picaduras de sandflies después, retomamos el ultimo tramo para llegar a bahía Anchorage donde se encuentra un refugio para los que hacen el mencionado "Great Walk" de 5 dias.

Nuestro instinto navegador nos jugó una mala pasada y en vez de ir a la Bahia Anchorage nos dirigimos a otra bahía por lo que tuvimos que volver unos kilometros, con todo el cansancio encima por el ritmo agotador de remar y remar. Así y todo llegamos al final del recorrido acuático, nos bajamos con pleno sol en una playa de arena blanca, y sinceramente no había nada que agregar... un premio al esfuerzo.

La vista desde el interior del refugio, un lujo!

Como todo lo que se disfruta es fugaz, tuvimos que agarrar las cosas y empezar el trayecto a pie porque se avecinaba la noche y no teníamos las linternas para hacer los 12 kilometros de regreso. Algo nos teníamos que olvidar, por suerte no fue la comida!



Despues de tres horas la imágen que más ansiaba ver, el cartel del final del recorrido, estaba frente a mí.




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Escrito por Alex Ferrero

Imágenes bajo licencia Creative Commons (by-nc)
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